El acceso a la vivienda rural, sobre todo para personas sin arraigo en el pueblo, tiene una serie de dificultades características:

• La propiedad de algunos edificios no siempre está clara, y otros no están dados de alta en el registro.
• Algunas viviendas vacías pueden estar paradas por disputas familiares, o directamente en ruina.
• El escaso valor económico de algunas viviendas no compensa la venta.
• Por contra, el precio de zonas turísticas o cercanas a las ciudades puede estar inflado.
• No todas las viviendas disponibles son visibles para personas foráneas.

Para superar estos obstáculos, es recomendable:

• Dar a entender que facilitar una vivienda evita que el pueblo desaparezca.
• Hay que elegir a los interlocutores más abiertos y proactivos.
• Plantear que quizás ellos no necesiten el dinero, pero la gente sí necesita casa.
• Perseverar con paciencia, empatía y humildad.