Estimando costos para analizar la viabilidad del proyecto
Las estimaciones de costes del estudio previo se convierten en necesidad de liquidez monetaria una vez que arranca el proyecto, y ajustar la producción y la finca a las previsiones toma unos años, en los que además de los gastos de producción deberemos dedicar una parte a amortizar la inversión inicial. Esta última dependerá de la actividad elegida: menor en la horticultura y la fruticultura, mayor en la ganadería y los cultivos herbáceos.
Ante este panorama de gastos crecientes, es habitual que las amortizaciones y las desviaciones se compensen con mano de obra no remunerada, un factor muy extendido en la producción agroecológica, pero del que no se puede abusar para no poner en riesgo la viabilidad humana del proyecto. Por todo lo anterior, a la hora de emprender es recomendable contar con ahorros previos y alguna de las siguientes vías de financiación:
- Préstamos bancarios, preferiblemente de banca ética o cooperativa.
- Préstamos familiares.
- Leasing/renting de vehículos y otros equipamientos.
- Subvenciones de incorporación de la PAC.
- Mejoras de liquidez como el factoring.
- Asociación con un socio capitalista.
- Inversión de impacto o filantropía.
- Micromecenazgo.
- Microcréditos.
- Venta adelantada de la producción.
Las complicaciones del retorno de la inversión hacen que sea importante contar con asesoramiento financiero, estudiar distintas opciones de inversión progresiva y colectiva, y conectar la producción primaria con otras áreas de actividad que incrementen la rentabilidad lo antes posible en el desarrollo de la actividad.
